
Cualquier error, por pequeño que sea, a la hora de diseñar, proyectar y poner en marcha una planta de producción de alimentos y bebidas, especialmente en sus protocolos de higiene y desinfección, puede influir muy negativamente en sus resultados, dado que el sector de alimentación es uno de los más sensibles en materia de salud pública. Para ello es necesario un enfoque integral que abarque desde su planificación hasta la construcción, implementación y puesta en funcionamiento. Los expertos consultados están de acuerdo en afirmar que es necesario tener en cuenta una serie de factores y claves antes de dar cualquier paso en este sentido, y aunque son muchas las variables a tener en cuenta, básicamente se podrían citar las siguientes: