Introducción y objetivos
el mareo, abarcando el vértigo, el desequilibrio y el presíncope, afecta al 15–20% de los adultos, aumentando el riesgo de caídas, especialmente en ancianos. La interacción entre señales del sistema vestibular periférico, los núcleos vestibulares y el sistema nervioso central, modulada por neurotransmisores como glutamato, acetilcolina y glicina, junto con histamina, adrenalina y noradrenalina, es crucial para el equilibrio. El mareo surge cuando la información vestibular no coincide con otras fuentes y puede asociarse con diversas condiciones neurológicas, psiquiátricas, respiratorias o infecciosas. El tratamiento actual se basa en reposo, maniobras de reposición de partículas y medicamentos como betahistina y sedantes; pero la combinación fija de cinarizina y dimenhidrinato ha demostrado eficacia en ensayos clínicos, tratando eficazmente el vértigo de varios orígenes, actuando en sistemas vestibulares periféricos y centrales.
Pacientes
presentamos 7 casos clínicos en los que hemos utilizado el mismo tratamiento con cinarizina y dimenhidrato a dosis de 20/40 mg.
Resultados
la combinación de cinarizina y dimenhidrinato demostró ser efectiva en el manejo de una variedad de trastornos vestibulares, incluyendo vértigo posicional paroxístico benigno recurrente, migraña vestibular, síndrome de Ménière y presbivestibulopatía. Los pacientes experimentaron mejoría en los síntomas vestibulares como mareos, vértigo y desequilibrio, siendo un fármaco seguro y eficaz, demostrando en algunos casos la resolución de los síntomas en pacientes previamente tratados con otras terapias.
Conclusión
la versatilidad de la combinación permite su uso en el tratamiento de vértigos de origen diverso, lo que lo convierte en una opción integral y valiosa para situaciones donde el diagnóstico preciso de las causas del vértigo no está claro.