Aunque España es un país quesero, por la gran variedad de quesos que produce y porque están presentes en casi un 90% de los hogares, su consumo no acaba de despegar afectado el último año por la subida de precios. Pero lo que no varía es el gusto por las variedades más tradicionales, en especial por los frescos y semicurados. Un alimento con una gran capacidad de innovación y lanzamientos en nuevos formatos y envases, ingredientes, sabores, snackificación, productos más saludables y ecológicos, y calidad premium; sin olvidar tendencias tan demandadas como la conveniencia y la sostenibilidad
