Debido a sus características geográficas y su gran ruralidad, Guadalajara requiere una reforma sanitaria donde se proteja al farmacéutico de pueblo, ya que, en muchos casos, es el único sanitario existente en esas zonas. Temas como la conciliación familiar, el pago de las guardias, una fiscalidad adecuada a su situación y premiar la permanencia, no la salida, son requisitos para abordar.
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