Identificados de por sí como productos saludables, uno de los factores que dominan la demanda de alimentos en los últimos años, los frutos secos gozan de gran aceptación por el consumidor, estando presentes en el 95% de los hogares. El sector retorna a los datos positivos en los primeros meses de 2023, tras observar descensos los dos años anteriores, como reacción a la fuerte subida experimentada por el consumo en el hogar durante la pandemia.
En la otra cara de la moneda, esta búsqueda del valor sano y natural, deja a los fabricantes poco margen para la diferenciación, lo que aporta ventajas a las marcas de la distribución, que acaparan el 80% del mercado. Pese a todo, las empresas mantienen su pugna por distinguirse con nuevos sabores, especialmente en pipas, y formatos más convenientes