El concepto de actividades profesionales a confiar surgió como un intento de superar las críticas al enfoque de competencias, y ha tenido gran impacto tanto en la práctica como en la investigación de la educación en profesiones de la salud. A nivel internacional, se ha difundido por sus siglas en inglés: EPA (Entrustable Professional Activities). Esta perspectiva propone orientar la evaluación y la enseñanza hacia las actividades específicas de la profesión que permitan integrar varias competencias y cuya responsabilidad se pueda confiar, de forma gradual y explícita, a quien se forma. Supone la definición de niveles de supervisión que otorgan autonomía creciente por cada EPA, en la medida que, estudiantes o residentes, muestran la competencia requerida. La práctica, la supervisión y la retroalimentación en escenarios clínicos reales son claves para el desarrollo de la autonomía en el desempeño de las EPA. En Latinoamérica, la difusión del enfoque de EPA es aún limitada. No obstante, puede constituir un aporte significativo para la revisión de los currículos y las prácticas de evaluación de las carreras y revisar las bases sobre las que se toman las decisiones de habilitación para el ejercicio profesional en el cuidado de la salud a nivel de grado o de especialidades en el posgrado.