Las complicaciones oftalmológicas en las cirugías dermatológicas son poco frecuentes. A pesar de ello, todo cirujano debe tener un conocimiento básico del reconocimiento, la prevención y el tratamiento de las cuatro complicaciones que se abordan en este artículo incluido en la serie «Seguridad en procedimientos dermatológicos». La primera complicación a tratar es el daño ocular por irritantes químicos, una situación habitual dadas las sustancias irritantes empleadas en quirófano y las localizaciones anatómicas donde se puede producir la intervención (región ciliar, región palpebral…). En segundo lugar, se aborda el daño ocular por láser, una complicación donde la prevención (utilización de gafas o lentillas protectoras) a lo largo de toda la intervención es esencial. Otra complicación a tener en cuenta debido a la proximidad de algunas intervenciones quirúrgicas al globo ocular es la punción traumática accidental. En cuarto y último lugar, se abordará el vasoespasmo o embolismo arterial retiniano por fármacos o materiales de relleno. Dicha complicación es infrecuente, pero es recomendable saber reconocerla para realizar un tratamiento precoz evitando una situación de ceguera permanente.