La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurológico degenerativo que afecta a más de 7 millones de personas en todo el mundo. Se desconoce su etiología, aunque se acepta que existe una susceptibilidad genética a agentes ambientales. Estos agentes ambientales incluyen hongos, bacterias y virus. Tres microorganismos están directamente relacionados con un mayor riesgo estadístico de presentar enfermedad de Parkinson: el género de hongos Malassezia, la bacteria Helicobacter pylori y el virus de la hepatitis C. Estos microorganismos, si el huésped es vulnerable por susceptibilidad genética o debilidad inmunológica, pueden acceder al sistema nervioso, infectarlo y causar neuroinflamación crónica con neurodegeneración. Otros microorganismos se relacionan desde una vertiente epidemiológica con la enfermedad, destacando los virus influenza tipo A, de la encefalitis japonesa tipo B, de San Luis y del Nilo Occidental. Estos virus pueden afectar al sistema nervioso causando encefalitis, cuya consecuencia puede ser un parkinsonismo. En este artículo se hace una revisión de los mencionados agentes infecciosos y su papel en la enfermedad de Parkinson.