El Diálogo Intracluster, organizado por el Cluster de Innovación en Envase y Embalaje, ha dedicado su última sesión a analizar las obligaciones que impone el Reglamento Europeo de Envases y Residuos de Envases y las diferencias que el sector del packaging encuentra con las que marca el Real Decreto de Envases en España.Este Real Decreto entró en vigor en enero de 2023 y la legislación europea, que prevalece sobre la anterior, lo hará en breve si, como está previsto, el Parlamento de la UE lo aprueba definitivamente en su sesión del 13-14 de noviembre. El Reglamento ya consiguió el apoyo inicial de la mayoría de los eurodiputados en abril.El sector considera que las diferencias regulatorias entre ambas normas sobre las obligaciones y los objetivos específicos a cumplir, algunos a largo plazo, en materia de prevención, ecodiseño, reutilización, reciclabilidad, contenido de material reciclado y el uso de bioplásticos en envases, crean confusión y han solicitado “claridad” y que la norma española del packaging se adecue cuanto antes a la europea, menos restrictiva en algunos aspectos. Es una insistente reivindicación del sector desde su entrada en vigor.Lo explicaba Sergio Gimenez, director de Negocio del Instituto Tecnológico del Plástico, Aimplas, durante la jornada del Clúster de Envase: “Tenemos dos documentos que regulan lo mismo, aunque de manera distinta, por lo que es necesario alinear los objetivos nacionales con el Reglamento Europeo de Envases”.Gimenez señaló que el Real Decreto de Envases supone todavía varios retos para las empresas por la falta de claridad sobre su alcance, carencias en la regulación de ciertos aspectos estructurales y la incertidumbre sobre cómo se ajustará a la futura normativa europea sobre envases.El nuevo Reglamento de Envases y Residuos de Envases introduce un sistema de clasificación para evaluar la reciclabilidad de los envases que se basa en el diseño, los sistemas de gestión y las tecnologías de reciclado. El objetivo es impulsar el ecodiseño de los envases para maximizar su reciclabilidad y reducir su impacto ambiental.Desde el Clúster consideran que “este enfoque permite una evaluación más precisa del impacto ambiental de cada tipo de envase, diferenciando entre niveles de reciclabilidad según los materiales utilizados y su capacidad para ser reciclados eficientemente”.Sabrina Brea, consultora en ATQ Quimyser, analizó en la jornada los parámetros de reciclabilidad ante el nuevo Reglamento Europeo de Envases y Residuos de Envases y señaló, por el contrario, que, en su opinión, “a nivel de reutilización, el Reglamento se ha quedado corto”.La última sesión del Diálogo Intracluster abordó también la falta de un sistema de etiquetado unificado en todos los países de la UE que evite confusiones a los consumidores y a las empresas. “En el Reglamento falta el enfoque desde el punto de vista del consumidor, ya que sin este, la economía circular no puede funcionar”, comentaba Gimenez.Y desde el Clúster consideran que “esta ausencia de armonización dificulta la identificación clara de las instrucciones de reciclaje y las características medioambientales de los productos, afectando a la eficiencia de los procesos de reciclaje y la comprensión del consumidor sobre cómo gestionar los residuos”.Las empresas, profesionales y expertos del sector del envase y de la alimentación también reclaman un etiquetado armonizado de los envases a través del uso de códigos QR y que sea compatible con el Pasaporte Digital del Producto.