España, ¿la nueva estrella emergente de la industria nutracéutica?

El mercado nutracéutico europeo entra en una nueva etapa dinámica, con una previsión de crecimiento que lo llevará de 83.000 millones de dólares en 2025 a 111.830 millones en 2030. Pero no se trata solo de cifras: este auge refleja un profundo cambio cultural en la forma en que los europeos entienden su bienestar. Hoy, el 51 % prioriza la prevención frente al tratamiento y un 47 % recurre a los suplementos como parte de su rutina diaria. Es evidente que los nutracéuticos han pasado de ser productos de nicho, diseñados para abordar deficiencias o problemas de salud, a convertirse en elementos esenciales para el bienestar en la mente del consumidor. Sin duda, esta transformación se ha visto impulsada por las consecuencias de la pandemia de la COVID-19, el aumento de las enfermedades relacionadas con el estilo de vida y el envejecimiento de la población: actualmente, el 21,3 % de las personas en el mundo tiene más de 65 años y la esperanza de vida sigue al alza.Todos estos factores están generando un creciente interés por encontrar soluciones que promuevan un bienestar integral y abarquen múltiples beneficios para la salud de forma simultánea. Para las marcas de nutracéuticos, tanto locales como globales, este cambio representa una oportunidad única de ganar terreno en la floreciente economía del bienestar europea y dejar huella en el sector.Es en este contexto donde España empieza a destacar con fuerza como líder en el mercado nutracéutico mundial. Ante una demanda en alza de productos funcionales, sostenibles y respaldados por la ciencia, el país se posiciona a la vanguardia de esta revolución. Pero ¿qué convierte a España un epicentro tan prometedor para la innovación en nutrición? En este artículo analizaremos cómo está evolucionando el sector del bienestar en España y por qué se perfila como un actor clave en el desarrollo de productos de nutrición saludable.Comencemos por entender qué buscan los consumidores españoles en su alimentación y cómo esta perspectiva puede reforzar en la posición del país dentro del mercado nutracéutico global. En España, la comida es mucho más que sustento: es el corazón de la cultura, la tradición y la vida social. Desde las comidas largas y distendidas hasta los aromas y matices de la dieta mediterránea, el disfrute gastronómico es motivo de orgullo, identidad y bienestar físico y mental. No sorprende, por tanto, que estas prioridades también definan su visión de la salud. Al consultar a la población española sobre sus principales objetivos de bienestar, destacan el equilibrio mental y emocional, junto con la vitalidad y la energía. Aunque los alimentos naturales y la cocina casera han sido siempre fuente de estos beneficios, el público español también busca un valor añadido en su dieta diaria. De hecho, valoran los ingredientes funcionales por encima de la media global a la hora de elegir un producto. Esta dualidad entre la conciencia por la salud —al exigir productos con beneficios nutricionales extra— sin renunciar al placer culinario y a la tradición es lo que define al consumidor español. Aquí, la salud no eclipsa al sabor: ambos son imprescindibles. Incluso las soluciones más eficaces deben conquistar los sentidos. Para las marcas nutracéuticas, triunfar en este mercado implica combinar ciencia y alma, creando productos que fomenten el bienestar integral sin sacrificar el placer de disfrutar.Ahora bien, ¿cómo está moldeando esta mentalidad la influencia global de España? Gracias a esa fusión natural entre funcionalidad y disfrute, las empresas españolas lideran con propuestas nutritivas y sabrosas. Si consideramos que el 70 % de los consumidores a nivel mundial valora el sabor como el principal factor en la percepción de un producto nutricional, queda claro que España no sigue las tendencias locales: está redefiniendo el futuro de los nutracéuticos en todo el mundo, donde la funcionalidad es tan esencial como el sabor.Más allá de su mercado de consumo, España se consolida como un importante centro de innovación en Europa. De hecho, es un mercado clave para probar nuevos productos y figura entre los cinco países más influyentes del mercado nutracéutico europeo. No es solo su comprensión del disfrute de los productos lo que impulsa su protagonismo: el ecosistema nutracéutico español tiene un potencial enorme para dejar huella en el ámbito global. Estas son cuatro razones por las que su papel en la industria mundial sigue creciendo.1. Recursos naturales e ingredientes locales. Los abundantes recursos naturales de España le proporcionan una ventaja competitiva clave en el sector nutracéutico al ofrecer una rica fuente de ingredientes de alta calidad y origen local. Superalimentos mediterráneos como el aceite de oliva, las almendras o los cítricos, no solo son un símbolo cultural, sino también una fuente reconocida de beneficios para la salud, desde el cuidado cardiovascular hasta sus propiedades antioxidantes. Asimismo, los vastos recursos marinos del país refuerzan su potencial nutracéutico al proporcionar ingredientes ricos en omega-3, conocidos por favorecer la salud cerebral, cardíaca y articular. A esta oferta se suma la larga tradición en el uso de extractos de hierbas y plantas —como el romero o el tomillo—, que aporta un valor funcional añadido las propuestas de bienestar. El acceso privilegiado a estas materias primas permite a las marcas españolas desarrollar productos nutricionalmente eficaces, consolidando a España como líder en el impulso global de soluciones nutracéuticas eficaces.2. Liderazgo en excelencia científica. La excelencia científica de España es uno de los principales motores de la innovación en salud y nutrición, impulsada por un sólido ecosistema de investigación que integra a universidades, empresas biotecnológicas y centros de I+D. Con cerca de 80 parques científicos y tecnológicos, además de 800 hospitales públicos y privados, el país ofrece un entorno ideal para la investigación y el desarrollo. España también ocupa el decimosegundo puesto a nivel mundial y el quinto en Europa en producción científica, y participa en casi el 20 % de los ensayos clínicos internacionales. Su sector biotecnológico atraviesa un momento de auge, con cifras récord que superaron los 180 millones de euros en inversión privada en 2021, un 20 % más que en 2020. Este ecosistema en plena expansión consolida a España como un mercado de referencia para el lanzamiento de productos nutracéuticos innovadores, marcando tendencia a nivel global allí donde la ciencia da respuesta a las demandas del consumidor.3. Referente en abastecimiento sostenible. España lidera el abastecimiento sostenible de ingredientes en Europa gracias a su firme apuesta por la agricultura ecológica y regenerativa, con inversiones orientadas a reducir el impacto medioambiental. De hecho, el mercado nacional de agricultura regenerativa crece a un ritmo acelerado y se estima que alcanzará los 948,69 millones de dólares en 2029. El país también se sitúa a la vanguardia de métodos de producción innovadores, como el suprarreciclaje de subproductos alimentarios para uso nutracéutico, transformando residuos en ingredientes de alto valor. Asimismo, las prácticas éticas en la cadena de suministro cobran cada vez más importancia en un contexto donde la transparencia y la sostenibilidad son esenciales para satisfacer la demanda de un consumidor moderno que busca productos acordes a sus valores. 4. Gran influencia en el ámbito regulatorio. España desempeña un papel clave en la definición de los estándares regulatorios, tanto en la UE como a nivel global, especialmente al defender una mayor transparencia y coherencia en las declaraciones de las propiedades saludables. Un ejemplo es cómo el país ha impulsado el debate en torno a los probióticos. Durante años, el término estuvo ausente en las etiquetas de los alimentos, prohibido por la legislación europea debido a sus implicaciones de propiedades saludables no aprobadas. Sin embargo, en 2020, España adoptó un enfoque más flexible al permitir el uso de la palabra «probiótico» en los productos alimentarios, siempre que estuviera legalmente aceptada en al menos otro Estado miembro de la UE. Esta decisión pragmática reactivó el debate sobre el futuro de la normativa en materia de probióticos, al lograr un equilibrio entre regulación e innovación. A medida que la conversación avanza, España sigue contribuyendo a definir un etiquetado más claro y accesible para el consumidor, que podría marcar la pauta en el conjunto de Europa. A medida que el mercado del bienestar europeo sigue creciendo, España se posiciona a la vanguardia de la innovación nutracéutica, donde convergen la ciencia, la sostenibilidad y el atractivo sensorial.Desde sus recursos naturales y excelencia científica hasta su influencia regulatoria y sus prácticas sostenibles, el país está impulsando un cambio en la manera en que los consumidores conciben la salud y el bienestar. Con la próxima edición de Vitafoods Europe en Barcelona en 2025, todas las miradas están puestas en España, que continúa marcando el rumbo del futuro de la nutrición funcional y redefiniendo el panorama nutracéutico mundial. Vitafoods Europe 2025 se celebrará del 20 al 22 de mayo en la Fira de Barcelona Gran Vía.

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