La pandemia por COVID ha causado hoy en día millones de afectados, continuando su aumento a nivel mundial. Junto con la afectación los órganos diana clave (aparato respiratorio, anosmia, diarrea, fiebre, etc.), se han descrito reacciones inmunológicas tardías en los rellenos dérmicos por ácido hialurónico (AH), fundamentalmente a nivel facial. Estas alteraciones aparecen tanto en pacientes positivos para el virus, independientemente de la sintomatología sistémica, como en pacientes que han recibido vacunación frente al SARS-CoV-2. Aunque las reacciones suelen ser autolimitadas y autoresolutivas, es importante saber diagnosticarlas y en ocasiones establecer tratamiento con corticoides, hialuronidasa y/o antibióticos. Aunque no son graves, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) las ha clasificado como evento adverso serio. Los mecanismos que originan están reacciones no están completamente dilucidados. Parece que son reacciones de hipersensibilidad retardada tipo IV, favorecidas por estímulos inmunológicos que se activan en presencia de la COVID o de otros virus como la gripe. Sin embargo, dado que los rellenos presentan cada vez mayor durabilidad y a que la pandemia continúa su curso, existiendo nuevas vacunas en desarrollo, es esencial la realización de estudios que describan la evolución a largo plazo tanto de los rellenos de AH, como de otros bioimplantes. Así mismo, es esencial alentar a los médicos de que reporten este tipo de reacciones, aunque no revistan gravedad con el objetivo de poder realizar un registro fidedigno de ellas.