Contexto
En la actualidad, la infección por el virus SARS-CoV-2 genera predominantemente una infección respiratoria, que puede derivar complicaciones agudas y tardías, así como secuelas leves o graves. Una complicación que se ha evidenciado es el estado de hipercoagulabilidad, como tromboembolismo pulmonar (TEP) o trombosis venosa profunda (TVP).
Caso clínico
Se presenta una paciente con antecedente de infección reciente por COVID-19 que consulta por disnea y dolor en el hemitórax izquierdo, se toman imágenes complementarias evidenciando una gran caverna en la base pulmonar derecha y un electrocardiograma sugestivo de tromboembolismo pulmonar, se toma una TAC con el protocolo para TEP que lo confirma y baciloscopias que reportan positivo para la coinfección por tuberculosis pulmonar.
Discusión y conclusiones
La formación de fenómenos protrombóticos por COVID-19 se ha convertido en una complicación frecuente, sin embargo, es rara la coinfección de tuberculosis y COVID-19, esto se da por un proceso de amplificación de respuesta inmunológica desregulado denominado «tormenta de citoquinas», que activa infecciones latentes y ocultas, además el uso de medicamentos inmunosupresores en el COVID-19 pueden conducir a una expresión de tuberculosis.
Se debe sospechar una infección por tuberculosis en un medio endémico si persisten los síntomas tras la resolución de la infección vírica, en los casos sintomáticos antes del proceso vírico agudo o en los casos de hallazgos radiográficos atípicos. En estos casos se debe descartar infección por VIH u otra coinfección bacteriana.