Presentamos el caso de una niña de 7 años sin antecedentes médicos de interés, atendida en urgencias por pérdida de cabello en la región interparietal, desde hacía un mes, sin prurito ni otros síntomas sistémicos acompañantes.
Al realizar la historia clínica, los progenitores no identificaron ningún factor físico desencadenante del cuadro, pero sí que manifestaron que comenzaron a acusar la pérdida de cabello tras el cambio del horario laboral del padre de la paciente. A consecuencia del mismo, se había reducido el número de actividades que realizaban ambos de manera conjunta. A pesar de lo mismo, la conducta de la paciente permanecía aparentemente inalterada tanto en el ámbito doméstico como en el escolar.