Aecoc, la asociación que reúne a más de 34.000 compañías de la industria y la distribución de diferentes sectores empresariales, celebró en CaixaForum Madrid su 12º Punto de Encuentro contra el Desperdicio Alimentario el día 26 de septiembre. En el evento, en el que se dieron cita cerca de 200 profesionales de empresas, administraciones, asociaciones y organizaciones, se expusieron los proyectos colaborativos y más innovadores de los agentes de la cadena de valor en el ámbito de la prevención del desperdicio de alimentos.Carolina Muro, presidenta del Comité Aecoc contra el desperdicio alimentario, fue la encargada de la inauguración del evento, donde subrayó que “En estos últimos años, hemos obtenido mejores registros en la lucha contra el desperdicio alimentario en comparación con los países de nuestro entorno. Concretamente, los indicadores de Aecoc confirman que se ha reducido el desperdicio de alimentos del 1,77% al 0,66% del total comercializado. Sin embargo, tenemos que seguir trabajando para que estos números acaben en cero. Para lograrlo, en el marco de la ‘Semana contra el desperdicio alimentario’ liderada por la Asociación, se han organizado multitud de iniciativas y actividades a lo largo del territorio para aumentar la sensibilización de los distintos grupos de población de todo el país”.Por su parte, el director general de Alimentación del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, José Miguel Herrero, indicó que “Hace una década, tanto AECOC como el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ya estábamos muy concienciados de que en España había un problema con el desperdicio de alimentos. Ante esta realidad, la colaboración público privada permitió trabajar con objetivos comunes para asegurar el mayor aprovechamiento de alimentos. En España, la mitad del desperdicio se produce en casa, en la hostelería y la restauración. Sin embargo, observamos que la población en España está aumentando y, en consecuencia, el desperdicio per cápita está disminuyendo. En el ámbito empresarial, somos conscientes que 9 de cada 10 empresas alimentarias ya están estableciendo estrategias de disminución del desperdicio, y creemos que la ley contra el desperdicio permitirá que todas las empresas hagan una autoevaluación del desperdicio que generan, lo que nos permitirá disponer de una visión más general del problema en España. Asimismo, con el fin de ser un referente en la unión europea sobre cómo tiene que ser la alimentación del futuro, queremos tener redactada una estrategia de alimentación antes de que concluya 2024”.Después de la inauguración, Sonia Andrés, responsable de medioambiente en Gallo, y Raquel Martínez, responsable de proyectos en el Institut dels Aliments de Barcelona, participaron en la ponencia ‘De residuo a recurso: Innovación y colaboración para reducir el desperdicio en la industria alimentaria’. Ambas destacaron que el enfoque de transformar los residuos en recursos está ganando cada vez más protagonismo como una solución sostenible. Subrayaron que, mediante la reutilización de subproductos, la adopción de tecnologías avanzadas y la creación de nuevos procesos, es posible disminuir de manera significativa el impacto tanto ambiental como económico.A continuación, se celebró la mesa redonda ‘Innovación y desarrollo tecnológico para prevenir el desperdicio’. En este espacio, Machiel Kommers, consejero de Agricultura, Pesca, Seguridad Alimentaria y Naturaleza de la Embajada de los Países Bajos en España; Jocelyn Auguste, responsable de desarrollo de negocios en España de Orbisk; y Kristiaan Tetteroo, consultor de desarrollo de negocios de Peelpioneers, indicaron que “En los Países Bajos tenemos una gran responsabilidad en la gestión de los alimentos en toda la cadena de valor. Pese a que la superficie de nuestro país es limitada, nuestras ciudades acogen núcleos urbanos intensamente poblados, por lo que recibimos una elevada demanda de productos por parte de los consumidores. Para afrontar esta situación, a través de la colaboración público privada, fomentamos una mayor sostenibilidad en el sector agroalimentario. Gracias a la labor llevada a cabo en los últimos años, disponemos de diversos casos de éxito junto a empresas tecnológicas como Orbisk o Peelpioneers que nos permiten reaprovechar los alimentos y avalan nuestra estrategia de reducción del desperdicio de alimentos”, a lo que añadió que “a medida que las empresas avanzan en el desperdicio, descubren una gran cantidad de retos y oportunidades. Sin embargo, todos tenemos que ser conscientes del impacto medioambiental generado de una actividad económica que no tiene en cuenta la circularidad y la sostenibilidad. Por lo tanto, en la lucha contra el desperdicio alimentario, la rentabilidad no es lo primero, ya que es ético y responsable comprometerse con este problema global. Vivimos en un país rico, abundante, pero a este ritmo llegará el momento que nos empezarán a faltar cosas y no seremos capaces de volver atrás. En conclusión, el 1% de algo es mejor que el 100% de nada”.