Desde el año 2009, en la literatura científica anglosajona existe una tendencia al alza para sustituir el término dolor crónico por dolor persistente. Este cambio semántico es una declaración clara de reversibilidad e indica la posibilidad de que el dolor cambie.
En el año 2022 se creó el grupo de trabajo Tradop (Grup d’Abordatge Transdisciplinar del Dolor Persistent), integrado en la Sociedad Científica CAMFIC (Societat Catalana de Medicina Familiar i Comunitària). Diversas asociaciones de pacientes y familiares afectados por dolor crónico se sintieron interpelados al conocer que nuestro grupo utilizaba dolor persistente en lugar de dolor crónico en cursos, congresos y publicaciones. Ante su malestar, iniciamos una reflexión colectiva y una búsqueda etimológica, histórica y científica de los términos crónico y persistente.
Esta búsqueda ha permitido concluir que ambos términos no son equivalentes y que la traducción de la lengua inglesa a la española tiene una contextualización y una aplicabilidad diferentes.
