Generación Z: Prescriptores y clientes

Son los primeros, los más nuevos. La primera generación de nativos digitales, surgida en el despertar de una nueva era, la actual, la época nacida cuando el ordenador conectó con el teléfono, y se hizo la luz. Alumbrados entre 1997 y 2012, los jóvenes ‘centennials’, la Generación Z, son -serán- el primer macrocliente global. Influyentes, prescriptores, expuestos, atados a un móvil. Nacidos al compás del big bang que, hace poco más de un cuarto de siglo, echó a andar internet y, con él, el mundo actual. Crecidos en la cresta de la ola de la última revolución tecnológica y cultural, y social, hoy aún no han llegado a la madurez. Pero ya dan lecciones en casa, donde superan a sus padres y abuelos en el manejo de la cacharrería tecnológica. Del móvil, especialmente; la clave de bóveda del nuevo mundo por venir. ¿Cómo adaptarse? ¿Cómo vender a quien creció dentro de un escaparate? ¿Cómo hacerse con sus favores? “Son nativos digitales y nunca han conocido un mundo sin internet”, anuncia Kantar en uno de sus últimos informes sobre esta generación. “El ‘centennial’ mayor tenía diez años cuando el iPhone fue lanzado”, continúa la consultora. “Están experimentando cierta inestabilidad económica, aunque con un impacto más negativo que sus hermanos mayores, los ‘millenials’: la disminución de la clase media y una disparidad de ingresos cada vez mayor”, resume. De momento, todo son presunciones. Pero, ojo, la revolución tecnológica podría haber alumbrado también una disrupción social. “Mientras que muchas generaciones ‘se convierten en sus padres’ al pasar por las diversas etapas de la vida, la evidencia sugiere que la Generación Z será diferente”, vaticina un estudio del Oliver Wyman Forum sobre esta generación. Justo ahora, la avanzadilla de esta generación está llegando a la adultez. Muchos apenas pasan de los 15 años. “Las marcas no tienen otra opción que aprender lo que la Generación Z quiere, y encontrar formas de ser relevantes, inclusivas, confiables y transparentes”, aduce este informe confeccionado a partir de 10.000 entrevistas en EEUU y Reino Unido. “Como compradores comparativos, son frugales, cínicos y pueden detectar trucos de marketing y reclamos falsos en un abrir y cerrar de ojos. Esperan más de las empresas que los ‘millennials’, y no dudarán en enterrar a las empresas en las redes sociales por sus errores”, advierten en este reciente informe.

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