En los últimos días, hemos sido testigos de los graves efectos que ha dejado la reciente DANA en diversos municipios de nuestra geografía, generando inundaciones en zonas urbanas, afectando calles, viviendas y establecimientos comerciales, y ocasionando serios daños en infraestructuras y servicios fundamentales como electricidad, agua, gas y telecomunicaciones. Sin embargo, el impacto económico que está teniendo este fenómeno metereológico en los comercios es grave y se estiman pérdidas económicas de millones de euros, junto con el cierre de diversos negocios minoristas. El Banco de España estima que la catástrofe podría reducir el crecimiento económico en hasta dos décimas, lo que equivale a unos 3.000 millones de euros, aunque el impacto será limitado y transitorio. El impacto de la DANA ha afectado a 561.210 clientes, de los cuales 534.529 son hogares (con 147.245 hipotecas y 387.284 préstamos personales) y 26.681 son empresas. La exposición crediticia total es de 20.584 millones de euros, de los cuales 13.542 millones corresponden a los hogares y 7.042 millones a las empresas.El gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, destacó el 20 de noviembre que no hay preocupación por la estabilidad financiera y que la recuperación será intensa, aunque no inmediata. El impacto en el sector residencial parece ser menor al esperado, y se prevé una recuperación gradual de la actividad productiva, aunque no completa ni en todos los sectores.Según el Directorio Central de Empresas (DIRCE) de 2023, un total de 66.088 empresas podrían verse afectadas por la DANA en los municipios analizados de la Comunidad Valenciana. En términos de locales comerciales, se estima que 67.950 están potencialmente afectados. El sector servicios es el más afectado, representando el 79,8% de estos locales.Con relación al empleo, 429.481 personas residen en municipios afectados y 404.108 trabajan en ellos. Aproximadamente el 35% de esta fuerza laboral, unas 145.000 personas, reside o trabaja en áreas altamente afectadas, lo cual podría impactar la recuperación del empleo a corto y medio plazo.La DANA también ha afectado a 118 polígonos industriales y parques empresariales en la zona, que abarcan más de 30.37 millones de metros cuadrados. De estos polígonos, 77 están en municipios de afectación moderada o alta y 72 han sufrido daños: en 56 casos el daño cubre el 100% de la superficie, en 8 casos entre el 30% y 80%, y en otros 8 entre el 5% y el 25%.En los municipios afectados se encuentran 12 parques y centros comerciales, que suman 505,014 m² de Superficie Bruta Alquilable (SBA) y 680 locales, de los cuales aproximadamente la mitad están dedicados al comercio minorista. En las zonas más afectadas, la SBA alcanza los 389,000 m², con inundaciones que han impactado plantas bajas, sótanos y áreas de estacionamiento. Se calcula un coste de reparación para estas instalaciones de 70.02 millones de euros.En cuanto a la actividad comercial minorista en los municipios afectados por la DANA, la Cámara de Comercio de Valencia contabiliza 7.359 empresas, de las cuales el 32,5% (2.388) se encuentran en los municipios más afectados. Dentro del tejido comercial, se estima que 893 locales corresponden a comercio no especializado (supermercados, bazares, etc.) y 1.650 a comercios especializados (alimentos, bebidas y tabaco).En los municipios más afectados hay 3.094 locales minoristas, en las zonas de afectación moderada existen 2.203 minoristas (1.971 con tienda física), mientras que en las áreas de menor afectación hay 3.588 locales (3.266 con tienda).Adicionalmente, en la zona afectada se encuentran 379 establecimientos de libre servicio (autoservicios, supermercados e hipermercados), de los cuales 116 están en las áreas más afectadas, y 514 locales de comercio no especializado, como bazares y tiendas de descuento.Por un lado, en cuanto al impacto directo (el coste de limpieza, reparación y reposición de activos e inventarios de los locales comerciales afectados), la Cámara de Comercio de Valencia calcula que asciende a unos 665,77 millones de euros. De los cuales el 21,8% (145.3 millones) corresponde a la reparación de daños estructurales; el 59,3% (394,89 millones) a limpieza y reparación de interiores y exteriores; y el 18,9% restante (125,59 millones) a la reposición de inventarios. Además, el 86,7% de este gasto se destinaría a la reparación de los locales que sufrieron daños más graves. El gasto promedio requerido por local para reparar los daños se estima en 127.329 euros.Respecto al impacto indirecto, la Cámara de Comercio de Valencia ha calculado un periodo medio de cierre para los negocios, que varía entre 12 y 180 días, lo que supondría un total de 432.772 días sin actividad, lo cual implicaría una pérdida en ventas de entre 350 y 440 millones de euros y una afectación económica para las empresas minoristas de entre 34 y 67 millones de euros.Al combinar las dos dimensiones del impacto, tanto directo como indirecto, las pérdidas económicas para el comercio minorista en los municipios afectados alcanzan un total de 715,39 millones de euros. Según la experiencia de eventos similares, la Cámara de Comercio de Valencia estima que entre un 25% y un 40% de los negocios más perjudicados podrían no reabrir nunca. Esto incluye especialmente aquellos que hayan sufrido daños severos (alrededor de 2.400 empresas y autónomos), los que ya se encontraban en una situación financiera vulnerable, aquellos que no podrán afrontar los costes necesarios para reanudar su actividad o que dependerán de las ayudas públicas y compensaciones de seguros, y los propietarios cuyas edades, el deterioro psicológico causado por la DANA, el miedo o la incertidumbre los lleven a tomar la decisión de cerrar definitivamente.Solo considerando los daños sufridos por los negocios en función de su localización en municipios más o menos afectados, la entidad prevé un riesgo de cierre definitivo de entre 700 y 1.150 tiendas, lo que impactaría a entre 3.400 y 5.000 empleados.Cámara Valencia, encabezada por su presidente José Vicente Morata, organizó el 8 de octubre un encuentro empresarial con la participación del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, reuniendo a representantes de una treintena de empresas y sectores afectados por la DANA, así como al Comité Ejecutivo de Cámara Valencia, el Puerto de Valencia y la Asociación Valenciana de Agricultores. Entre las empresas asistentes estuvieron Dacsa, Coca-Cola, Mercadona, Ford, Iberdrola o CaixaBank. Durante el encuentro, se destacó la urgencia de acelerar las ayudas económicas, consideradas vitales para la supervivencia de pequeñas empresas y autónomos. Durante su intervención, Morata destacó que la rapidez en la entrega de las ayudas es crucial para la continuidad de numerosas empresas: “Están en juego muchísimas empresas y sus trabajadores, muchos pequeños comercios y autónomos con personas de edad avanzada que pueden acabar tomando la decisión de cerrar y no nos podemos permitir eso. Es prioritario que las pymes y las micro pymes reciban el dinero ya”.Las empresas presentes subrayaron la necesidad de priorizar el restablecimiento de infraestructuras clave, tanto las que conectan municipios como las que sostienen las cadenas de suministro, ya que su reparación es esencial para la reactivación económica. En el sector agroalimentario, se identificó como prioridad urgente la retirada de 600.000 toneladas de productos deteriorados.