Los pacientes con demencia son de por sí más vulnerables, y se han visto especialmente afectados por el efecto de la pandemia por COVID-19, tanto de manera directa por la propia enfermedad como de manera indirecta por la privación de estimulación cognitiva debido al aislamiento social por el confinamiento.
La infección por el virus SARS-CoV-2 ha dado lugar a una gran variedad de síntomas, entre ellos, síntomas neurológicos, siendo uno de los principales el delirium, especialmente en los ancianos con demencia. La afectación del virus sobre el sistema nervioso central ha sido tanto directa, por el neurotropismo del virus, como indirecta, por la inflamación y la hipoxia tisular de origen vascular.
Se analizan las diferentes causas que han podido conducir, en las diferentes olas previas a la variante ómicron, al importante aumento de la morbimortalidad en los pacientes con demencia, especialmente en los más mayores.