El tratamiento de la estenosis aórtica se inicia en 1960 con el primer reemplazo valvular usando una prótesis de bola. El desarrollo posterior de la cirugía cardíaca masifica el tratamiento quirúrgico con la introducción progresiva de distintos tipos de prótesis tanto mecánicas, como humanas y biológicas porcinas o de pericardio bovino. En el último tiempo aparece la opción transarterial o percutánea (TAVI). Todas tienen ventajas y desventajas: en el caso de las mecánicas, durabilidad indefinida, pero necesitan tratamiento anticoagulante; las prótesis biológicas, durabilidad limitada en pacientes jóvenes. Con ambos tipos se observa una expectativa de vida menor a la esperada en pacientes jóvenes excepto en pacientes a quienes se les hizo una operación de Ross (autoinjerto pulmonar). Esta cirugía es controvertida por su complejidad. Para acelerar la recuperación postoperatoria se busca minimizar los accesos quirúrgicos y se diseñan protocolos de manejo perioperatorio multidisciplinarios que incluyen extubación inmediata además de optimización de la analgesia y movilización precoz. Nuestro medio está muy atrasado en la publicación y transparencia de los resultados de la cirugía cardíaca (y todas las intervenciones en salud) a diferencia de los países del hemisferio norte. Urge corregir esta situación para que los pacientes puedan tomar decisiones informadas acerca de donde atenderse.