Los «Objetivos para el desarrollo sostenible 2030» marcan la necesidad de una educación para el desarrollo sostenible que logre mantener la salud planetaria. Así, las instituciones de educación superior que forman a profesionales sanitarios deberían considerar la integración de competencias para promover la salud planetaria. Las competencias para lograr la salud planetaria incluyen los desplazamientos debidos al cambio climático, las poblaciones vulnerables como niños, ancianos o los más pobres, la seguridad del agua y alimentaria, la carga de enfermedades infecciosas, las catástrofes como inundaciones o temperaturas extremas, los contaminantes aéreos, o los efectos en la salud mental. De esta forma, la educación para el desarrollo sostenible pretende dotar y capacitar al alumnado con los conocimientos, las habilidades y las actitudes para que pueda ser eficaz en la resolución de los retos de la salud planetaria, como son la interdependencia de los ecosistemas y la salud humana, incluyendo los efectos del cambio ambiental en la salud, así como el impacto del sector sanitario y su dependencia del medio ambiente. Algunas universidades europeas ya han empezado a sostenibilizar la formación de profesionales sanitarios, siendo ejemplos de los pasos necesarios a seguir.