
En 2009, el Servei Català de la Salut introdujo en la cartera de servicios la atención podológica comunitaria en las personas con diabetes mellitus y enfermedades crónicas vasculares o neuropáticas. Tras 10 años, se impulsó la evaluación, la revisión y la mejora de la prestación, llevando a cabo diferentes acciones entre 2018-2024. El proceso de mejora se realizó de forma colaborativa y participativa, contando con múltiples agentes. Los principales cambios acordados son el establecimiento el número de visitas en función del perfil y complejidad clínicos de la persona y la instauración de canales de comunicación y coordinación electrónicos entre atención primaria y podología comunitaria. El rediseño de la prestación ha permitido adecuar la prestación al nivel de riesgo e intensidad que precisa la persona, y garantizar la accesibilidad y la equidad en la atención. La conectividad mejora la seguridad y trazabilidad de la atención, así como fomenta la desburocratización y la digitalización.