A pesar de que el 2023 ha empezado en un entorno que no invita al optimismo (inflación, reducción del gasto, guerra en Ucrania, efectos del cambio climático, etc.), éste puede ser un buen año para los editores que sean capaces de ofrecer contenidos útiles, inspiradores y que conecten realmente con sus públicos objetivo.
En las redes sociales, los editores afirman que este año prestarán mucha menos atención a las redes de primera generación (Facebook y Twitter) y dedicarán muchos más esfuerzos a TikTok, Instagram y YouTube. Además, la carrera continúa para crear aplicaciones que pongan más énfasis en conexiones y contenidos que sean positivos para la sociedad en lugar de fomentar la indignación.
Por otro lado, muchos editores seguirán invirtiendo en suscripciones y afiliaciones en 2023, ya que este ámbito se convierte en una de sus prioridades de ingresos más importantes. Los editores también afirman que dedicarán más recursos a la innovación a través de los podcasts y el audio digital, los newsletters por correo electrónico, los formatos de vídeo digital y la IA, para intentar ofrecer información y formatos más personales y a hacer frente a la fragmentación de los canales y la sobrecarga de información.
A nivel comercial, los editores tienen mucha menos confianza en cumplir sus presupuestos de ventas que en el mismo mes del año pasado. Menos de la mitad (44 %) de la muestra encuestada por Reuters de editores, directores ejecutivos y líderes digitales, dicen que confían en el año que viene, y alrededor de una quinta parte (19 %) expresa poca confianza. Las mayores preocupaciones se relacionan con el aumento de los costos, el menor interés de los anunciantes y una disminución de las suscripciones. Incluso aquellos que son optimistas esperan ver despidos y otras medidas de reducción de costos en el próximo año.