Las bronquiectasias (BQ) son una enfermedad tanto heterogénea en su presentación como compleja en su naturaleza. Una variable única no es capaz de captar el impacto total que las BQ producen sobre el individuo. Algunos autores han observado la presencia de algunos fenotipos clínicos más homogéneos en su clínica, pronóstico o respuesta al tratamiento, como el paciente con infección bronquial crónica por P. aeruginosa, el paciente «exacerbador» o el overlap (BQ + enfermedad pulmonar obstructiva crónica [EPOC]). Otros autores han desarrollado escalas multidimensionales que tratan de clasificar la gravedad o el pronóstico, teniendo en cuenta diferentes aspectos de la enfermedad como la clínica, la función pulmonar, la extensión radiológica o el perfil microbiológico entre otros. Finalmente, se están desarrollando herramientas clínicas que van un paso más allá y valoran las BQ como una enfermedad compleja, teniendo en cuenta no solo su gravedad, sino también su actividad biológica y la forma que el paciente tiene de vivir la enfermedad (impacto). Para ello, además de las puntuaciones multidimensionales de gravedad, se han venido desarrollando diferentes cuestionarios de calidad de vida específicos o se han validado para esta enfermedad aquellos que eran utilizados en otras patologías respiratorias, fundamentalmente EPOC. Por otro lado, se siguen investigando biomarcadores biológicos válidos que se relacionen con outcomes de importancia en BQ.