La tecnología ha constituido un elemento esencial para el progreso de la medicina como aplicación de los conocimientos científicos a la práctica profesional. En los últimos años, ha crecido de forma importante y ha ocupado lugares importantes en la práctica médica. Fruto de ello, se ha planteado si podría agravar el proceso de deshumanización médica actual denunciado repetidamente. En realidad, se plantea el tradicional dilema sobre si la medicina es una ciencia aplicada que resuelve problemas estrictamente biológicos y que podrían obviarse los elementos propios del humanismo médico. La situación se complica por el acceso generalizado a la información médica que los pacientes utilizan para conocer mejor sus enfermedades. El presente artículo analiza la relación entre las nuevas tecnologías aplicadas a la medicina y su influencia sobre el humanismo médico. Concluye que la tecnología ofrece una posibilidad de definir un modelo mejorado de relación médico-paciente si se compatibiliza con los principios del humanismo médico tradicional.