En la actualidad aún no existe una definición clara de la COVID persistente o «Long COVID». En general, es una enfermedad descrita en pacientes que han padecido la COVID-19 y que continúan presentando síntomas durante más tiempo de lo esperado.
Entre diversas manifestaciones clínicas, los síntomas de la COVID-19 persistente incluyen síntomas musculoesqueléticos como mialgia, dolor articular y fatiga, manifestaciones presentes en personas afectadas por el síndrome de sensibilidad central. Teniendo en cuenta que esta sintomatología podría llegar a agravarse en estos enfermos en caso de padecer una COVID persistente, se expone la situación de una mujer con antecedentes de fibromialgia y síndrome de fatiga crónica que presenta empeoramiento de la sintomatología producida por sus enfermedades tras padecer COVID-19.
El caso que exponemos plantea la duda de si el agravamiento que sufre la paciente ha sido producido por la infección vírica o por el impacto sobre el estado anímico originado por la situación pandémica.
La persistencia de síntomas musculoesqueléticos en las personas que han padecido COVID-19 deberá estudiarse ampliamente y con especial hincapié en los afectados por alguna de las patologías englobadas en el síndrome de sensibilidad central.