La hiperhidrosis se caracteriza por excesiva sudoración, habitualmente secundaria a disfunción autonómica con hipersecreción de las glándulas sudoríparas ecrinas. La hiperhidrosis primaria focal es la forma más frecuente, y afecta axilas, palmas, plantas y/o cara. Frecuentemente genera un gran impacto en la calidad de vida y en la actividad social. Su tratamiento es complejo. Los antitranspirantes tópicos son recomendados en primer lugar en la mayoría de casos de hiperhidrosis leve. Múltiples ensayos clínicos y estudios prospectivos avalan la eficacia y tolerabilidad de los anticolinérgicos orales y tópicos. En casos moderado/graves, el glicopirronio tópico, el cual ha sido evaluado en al menos 8 ensayos clínicos con más de 2.000 pacientes en total, podría ser considerado la primera línea farmacológica en la hiperhidrosis axilar mal controlada con antitranspirantes tópicos; seguido por inyecciones de toxina botulínica, sistemas de microondas y por anticolinérgicos orales. En este artículo revisamos el rol de los anticolinérgicos tópicos en el manejo de la hiperhidrosis focal en adultos y niños.