La psoriasis ungueal puede afectar al 80% de los pacientes con psoriasis cutánea y puede ser la única manifestación en el 6% del total. Además, se correlaciona con una enfermedad psoriásica más grave, con un inicio más precoz y con una mayor probabilidad de desarrollar artritis psoriásica. Todo ello hace que se asocie a un importante deterioro funcional y a una disminución de la calidad de vida. La psoriasis ungueal que afecta la matriz puede causar piqueteado/pitting, leuconiquia, manchas rojas en la lúnula o distrofia de la lámina, mientras que la afectación del lecho causa hemorragias en astilla, onicólisis, manchas de aceite o salmón e hiperqueratosis subungueal. Los métodos de evaluación comunes son las escalas NAPSI, NAPSI modificada o f-PGA. Actualmente, disponemos de tratamientos tópicos, intralesionales, sistémicos y biológicos, por lo que deberá individualizarse según el número de uñas implicadas, la zona ungueal afectada y la presencia de afectación cutánea y/o articular.