La revista científica Science ha publicado la creación de un plástico biodegradable que se desintegra completamente en el agua salada, sin generar los microplásticos (partículas de menos de 5 milímetros de plástico) que terminan contaminando mares, océanos y suelos y afectando a la cadena alimentaria y en último extremo a la salud de las personas. El nuevo material reciclable destaca además por su seguridad, estabilidad, durabilidad y por ser tan resistente como los plásticos convencionales. Es adecuado, por tanto, para muy distintas aplicaciones. No es tóxico ni inflamable y, como otros termoplásticos, puede remodelarse a temperaturas superiores a 120 grados.Lo han desarrollado científicos japoneses del Centro Riken y de la Universidad de Tokio, liderados por el profesor Takuzo Aida.Los investigadores han explicado que su desarrollo consiste en la creación de un plástico supramolecular, en polímeros cuyas estructuras se mantienen unidas mediante interacciones reversibles. Se fabrican combinando dos moléculas iónicas que forman puentes salinos reticulados, capaces de aportar la resistencia y flexibilidad que ofrece el nuevo material.Las moléculas de tamaño moderado que forman este material están unidas por fuertes enlaces obtenidos extrayendo sales del medio de reacción y que se pueden romper reponiendo las sales en determinadas condiciones tanto a través del reciclado para recuperar los componentes iniciales, como de forma natural en agua salada del mar o del océano.Suponen, por tanto, un avance muy significativo para reducir el impacto medioambiental que provocan los plásticos convencionales, cuyos residuos no reciclados se descomponen muy lentamente.