El presente artículo entrega una actualización sobre el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), el más frecuente y controvertido trastorno neuropsiquiátrico en la edad pediátrica, que afecta también a adultos, y que ha sido objeto de investigaciones científicas por décadas. Fruto de ello, antiguos conceptos se han fundamentado y consolidado, otros han evolucionado y muchos siguen generando debate. La epidemiología, las neurociencias y la genética, con tecnologías de punta, aplicadas a estudios multicéntricos con enormes cifras de pacientes y controles, como también seguimientos de largo plazo, han hecho contribuciones importantes; consensos internacionales de expertos han permitido la traslación al quehacer clínico. Se trata de un trastorno del neurodesarrollo de redes encefálicas que participan, en términos generales, en la autorregulación. Es un cuadro heterogéneo en todos los planos de análisis (clínico, neurocognitivo y etiopatogénico); multicausal, promiscuo, transgeneracional, causa y consecuencia de adversidad biopsicosocial y, por tanto, una condición de vulnerabilidad para la salud y la supervivencia. Constituye una amenaza en términos sociales, desde los contextos escolares y académicos, pero más aún, riesgo de embarazo adolescente, abuso de substancias, criminalidad y pobreza. Para los especialistas en neurodesarrollo es imperativo mantenerse actualizados en este trascendente tema, realizar tratamientos adecuados e influir en políticas sociales que lo consideren en toda su dimensión.