Desde el informe Lalonde sabemos que los determinantes que más influyen en la Salud de la población son el estilo de vida, la genética y el entorno. La sanidad representa solo el 10% y es el determinante que más recursos consume. Está demostrado que un enfoque salutogénico centrado en los determinantes sociales de la salud y el apoyo de políticas públicas para mejorar el entorno, son más eficientes a largo plazo que la medicina centrada en los hospitales, la tecnología y la superespecialización. La Atención Primaria (AP) que tiene un enfoque centrado en la persona y las familias con una visión comunitaria, es el nivel idóneo para proveer atención sanitaria, y para influir en los estilos de vida. Sin embargo no se invierte en AP. En este artículo revisamos los condicionantes socioeconómicos y políticos que influyen de manera global en la falta de interés en el desarrollo de la AP.