La escasa evidencia sobre el uso de las transfusiones en neonatología explica las limitaciones de las guías clínicas actuales. A pesar de ello, en este documento analizamos la evidencia más reciente para hacer unas recomendaciones para la práctica clínica. La prevención de la anemia de la prematuridad, el uso de protocolos y las indicaciones restrictivas de transfusión, componen la mejor estrategia para nuestros clínicos. En las transfusiones de plaquetas, es preciso valorar el riesgo de sangrado, integrando la situación clínica y analítica. Por último, el plasma fresco congelado está recomendado en neonatos con coagulopatía y sangrado activo, en déficits congénitos de factores sin tratamiento específico y en situaciones de coagulación intravascular diseminada. Todos los hemoderivados presentan efectos adversos que deben hacernos evaluar individual y minuciosamente la necesidad de una transfusión.