
La evaluación de la tecnología sanitaria supone una herramienta clave para los Estados miembros a la hora de decidir sobre el uso, el precio y el reembolso de un nuevo medicamento o producto sanitario, facilitando su garantía de la calidad, accesibilidad y sostenibilidad de la asistencia sanitaria. El reglamento de la UE en la materia, ya en vigor, introduce un nuevo marco permanente en Europa para dicha evaluación.