La noción de responsabilidad social está adquiriendo y adquirirá mayor importancia con el paso del tiempo, como consecuencia de la concienciación mundial sobre la necesidad de comprender al ser humano y el efecto de las múltiples interacciones en el bienestar de nuestras sociedades, especialmente en la salud. Por ello, todas las instituciones y todos los ciudadanos estarán llamados a asumir alguna responsabilidad para mantenerla y sostenerla.
En septiembre de 2022 fue presentada en Bruselas la Red Iberófona para la Responsabilidad Social en Salud, su finalidad es responder de forma eficaz a las demandas de salud de nuestras poblaciones, a través de una estrecha colaboración entre todos los países de habla española y portuguesa de África, América, Asia y Europa que configuran lo que se ha denominado países de la Iberofonía. Este «territorio» geopolítico agrupa 30 países y más de 800 millones de personas cuya salud es responsabilidad de todos los implicados en los sistemas sanitarios y de los profesionales que en ellos trabajan. En el contexto mundial actual, volátil, incierto, complejo y ambiguo, tal vez el de mayor incertidumbre que las generaciones actuales hayamos vivido, con guerras, pandemias, crisis medioambientales, económicas, desarrollo tecnológico como la inteligencia artificial y un largo etcétera, necesitamos urgentemente trabajar de forma conjunta, para responder de forma eficaz a las demandas de salud de nuestras poblaciones, que cada vez más desconfían de la gestión que hacen sus gobernantes, políticos e instituciones para preservar y mantener su salud. Promover una red basada en la historia en común y en nuestra forma de ver el mundo, seguramente distinta de la visión anglosajona más extendida y patrocinada, es el reto al que le invitamos a participar. El propósito de este artículo es presentar la visión y las líneas estratégicas de este proyecto.