Si bien algunos medios aún generan ingresos publicitarios significativos tanto online como offline, la porción de publicidad que obtienen Google, Facebook y otras grandes plataformas digitales sigue creciendo en detrimento de la porción que queda para los medios. Esta tendencia pone en alerta al sector, que muestra su preocupación respecto a la sostenibilidad del negocio a largo plazo.
Esta situación es definida por algunos estudiosos como un caso clásico de fracaso del mercado en un sector que puede (al menos en los mejores casos) aportar beneficios sociales. Por este motivo la intervención gubernamental es una opción y, de hecho, en muchos países llevan décadas con acuerdos de este tipo, por ejemplo con servicios públicos de radiodifusión o con subsidios directos o indirectos a los periódicos.
La opinión pública es uno de los factores que marcará la mayor o menor intervención de los gobiernos y sus prioridades, pero parece que la mayoría de la gente no muestra mucho interés por la financiación de los medios privados, entre otros motivos por la abundante información gratuita, lo que parece no ofrecer muchos incentivos a la acción gubernamental.
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