La obesidad es un problema grave que representa una alta carga para la salud de las personas y sus familias: genera una mayor discapacidad, pérdida de productividad, aumento de enfermedades y muerte prematura. Tradicionalmente, se ha considerado que la patogénesis de la obesidad es el resultado de un desbalance entre la ingesta y el gasto de energía que favorece el aumento de peso. Sin embargo, corresponde a una interacción más compleja entre factores genéticos, ambientales y conductuales.
Varios estudios se han centrado en los principios de la termodinámica aplicados a los sensores de energía del cuerpo humano, como activadores de la respuesta metabólica frente a períodos de ayuno y sobrealimentación, para determinar fenotipos metabólicos o individuos que son más susceptibles a variaciones en el peso corporal. La identificación de fenotipos metabólicos permitiría establecer estrategias preventivas o terapias personalizadas para controlar el exceso de peso, favorecer la recuperación de un peso saludable y evitar o controlar los problemas de salud asociados.
El objetivo de esta revisión es analizar las características del fenotipo metabólico ahorrador, y los mecanismos fisiológicos involucrados, que permitan proyectar futuras estrategias individualizadas para la prevención y/o tratamiento de pacientes con sobrepeso u obesidad.