En las últimas décadas estamos asistiendo a un progresivo cambio en el panorama epidemiológico de las bronquiectasias (BQ), pasando de ser una enfermedad «huérfana» a ser una patología que está siendo objeto de investigación en diversos ámbitos. A ello han contribuido un mejor diagnóstico a través de la tomografía computarizada torácica de alta resolución, pero también una mayor conciencia de la comunidad médica sobre la enfermedad, debido a la identificación de diversas enfermedades muy prevalentes como posible causa de BQ y al desarrollo de nuevos tratamientos, como los antibióticos inhalados. Aunque su prevalencia real se desconoce, han aumentado los estudios de base poblacional que permiten asegurar que su prevalencia no es despreciable, como no lo son el elevado número de ingresos hospitalarios que condicionan, así como la mortalidad asociada a ellos. El aumento de publicaciones a nivel mundial posibilita hacer análisis sobre la variabilidad geográfica de esta enfermedad, tanto en lo que se refiere a su prevalencia como a las diferentes causas que la producen, muy variables en función de la población estudiada. El manejo de los pacientes con BQ supone un elevado gasto sanitario cuyo impacto exacto está aún por determinar, aunque los estudios realizados muestran que es equiparable o incluso superior al de otras enfermedades respiratorias crónicas.