El melasma corresponde a un trastorno pigmentario crónico que se caracteriza por máculas hiperpigmentadas que se localizan principalmente en la cara. Afecta con mayor frecuencia a mujeres en edad fértil y de fototipos oscuros. Se asocia a un importante deterioro de la calidad de vida debido a su ubicación, cronicidad y alto porcentaje de recidiva. Los tratamientos clásicos incluyen agentes tópicos, peelings, láser y tratamientos basados en luz, o una combinación de ellos. Los tratamientos combinados han demostrado ser la mejor solución sea de forma doble o triple. La terapia triple combinada (hidroquinona, tretinoína y corticoides) actualmente muestra ser el tratamiento más efectivo.
Dentro de los nuevos tratamientos publicados hasta la fecha, el ácido tranexámico oral ha mostrado resultados favorables en el melasma moderado, severo, recurrente y/o refractario, por lo que se debería considerar como una nueva estrategia terapéutica.