La aprobación de la Ley de Residuos y Suelos Contaminados el pasado año, cuyo objetivo es “sentar los principios de la economía circular a través de la legislación básica en materia de residuos, así como contribuir a la lucha contra el cambio climático y proteger el medio marino” y que contempla la reducción de residuos plásticos como una de las áreas prioritarias de intervención, no ha estado exenta de polémica. Uno de los principales puntos de fricción es el Impuesto sobre Envases Plásticos que ha entrado en vigor con el inicio de 2023 y sobre el que apuntamos en este artículo algunas claves de su aplicación