Objetivo
Evaluar la efectividad de la incorporación del asistente clínico en la mejora del control de la diabetes mellitus tipo 2 y la hipertensión en un centro de atención primaria.
Diseño
Estudio cuasi-experimental (pre-post), con grupo control, de un año de seguimiento.
Emplazamiento
Centro de atención primaria.
Participantes
Se seleccionaron pacientes entre 18 y 85 años con diagnóstico de diabetes tipo 2 y/o hipertensión.
Intervención
Incorporación de la figura del asistente clínico, previamente formado, quien contactaba con el paciente para explicar su función y obtener el consentimiento informado, valoraba el cumplimiento de los protocolos y cuando estos estaban incompletos y/o detectaban signos de alarma, derivaban al paciente directamente a medicina y/o enfermería.
Resultados
Participaron 3.064 pacientes, el 30,74% asignados al grupo intervención. El 50% eran mujeres. La edad media fue de 68,5 años (DE 11,07). El 93,59% de los pacientes diabéticos del grupo intervención tenían al menos una determinación de hemoglobina glicosilada frente al 86,83% del grupo control (p=0,003). El cribado de fondo de ojo y del pie diabético fue significativamente superior en el grupo intervención (94,31% y 85,41% vs. 83,49% y 72,38%). El 88,43% de los pacientes del grupo intervención tenían registradas cifras de presión arterial frente al 62,06% de los pacientes del grupo control (p<0,05). No se observaron diferencias estadísticamente significativas en el control de la presión arterial entre los pacientes con medidas registradas (p=0,478).
Conclusiones
Los asistentes clínicos pueden facilitar la implementación y cumplimiento de los protocolos de patologías crónicas y, a largo plazo, mejorar el grado de control de estos pacientes y la calidad asistencial.