El cuero cabelludo sensible es una piel sensible de localización especial. Puede ser primario, cuando se presenta sin enfermedad del cuero cabelludo, y secundario cuando es atribuible a procesos como psoriasis, dermatitis seborreica, dermatitis atópica y otros.
Las manifestaciones clínicas de la forma primaria son subjetivas. El escozor, picor, tricodinia y sensaciones disestésicas son el motivo de consulta, muy a menudo coincidiendo con alopecia. Clínicamente la piel del cuero cabelludo puede ser normal o eritematosa. No hay datos de laboratorio o histológicos específicos para un diagnóstico objetivo. Los factores desencadenantes son endógenos como el estrés y alteraciones emocionales y psicopatológicas, o ambientales como los tópicos inadecuados y los cosméticos. El tratamiento debe ser personalizado, incluyendo pimecrólimus, la hidratación con ácido hialurónico, y la mesoterapia con plasma rico en factores de crecimiento.