Las infecciones de transmisión sexual (ITS) constituyen un grupo de infecciones transmisibles que se caracterizan porque su principal modalidad de transmisión es la vía sexual. En Chile son uno de los problemas de salud pública que afectan a hombres y mujeres en edad fértil, constituyéndose en un cofactor importante en la adquisición del VIH. El grupo más afectado es el de hombres jóvenes. Las tasas poblacionales observadas para sífilis el año 2019 son 31,4 casos por cien mil habitantes, 11,8 casos por cien mil habitantes para gonorrea y 4,6 casos por cien mil habitantes para hepatitis B.
Con el objetivo de cortar la cadena de transmisión, se ha instalado una oferta programática que considera el tamizaje a toda la sangre donada, personas en riesgo y embarazadas, inmunoprofilaxis para VPH y VHB, así como la atención universal de casos en la red asistencial pública, de manera gratuita y confidencial para todas las personas que soliciten, independiente de su seguro de salud o situación migratoria.
Si se mantienen las tendencias sociales, demográficas y migratorias, la población expuesta a infecciones de transmisión sexual seguirá aumentando significativamente, con una alta carga de morbilidad en Chile y en el mundo, por lo que es necesario que como sociedad se avance en la educación en salud sexual y el autocuidado para la prevención de las ITS.