
Se ha demostrado que los alimentos con alto contenido en grasa y azúcar alteran el cerebro y si se consumen regularmente, aunque sea en pequeñas cantidades, el cerebro aprende a consumir precisamente esos alimentos en el futuro.
Se ha demostrado que los alimentos con alto contenido en grasa y azúcar alteran el cerebro y si se consumen regularmente, aunque sea en pequeñas cantidades, el cerebro aprende a consumir precisamente esos alimentos en el futuro.