Comparación entre la aplicación subcutánea vs. subcutánea e intramuscular combinada de toxina botulínica para el tratamiento de la alopecia androgenética: un ensayo clínico aleatorizado

Subcutaneous Versus Combined Subcutaneous and Intramuscular Botulinum Toxin for Androgenetic Alopecia: A Randomized Clinical Trial

Antecedentes

La toxina botulínica tipo A ha surgido como un tratamiento alternativo para pacientes que tienen contraindicaciones para otras terapias o como un complemento en el tratamiento de la alopecia androgenética (AGA), aunque se sabe poco sobre su efectividad, seguridad y el mecanismo por el cual actúa en esta enfermedad.

Objetivo

Evaluar la eficacia de la toxina botulínica como monoterapia para la AGA y comparar la aplicación subcutánea frente a la aplicación subcutánea e intramuscular combinada.

Métodos

Se llevó a cabo un ensayo clínico controlado, aleatorizado, de 6 meses de duración para comparar la efectividad de la aplicación de toxina botulínica subcutánea frente a la aplicación combinada intramuscular y subcutánea en pacientes masculinos con AGA en una clínica dermatológica del noreste de México.

Resultados

Quince pacientes masculinos, con edades entre 27 y 63 años, diagnosticados con alopecia androgenética (AGA) clasificada en los estadios III a V de la escala de Hamilton-Norwood, y sin tratamientos previos durante al menos seis meses antes de su inclusión, fueron asignados aleatoriamente utilizando una secuencia generada por computadora creada antes del inicio del estudio. La secuencia fue cegada tanto para los pacientes como para los investigadores. Los participantes recibieron una única sesión de toxina botulínica, administrada de forma subcutánea e intramuscular (Grupo A) o subcutánea como monoterapia (Grupo B). Cada paciente recibió un total de 100 unidades de toxina botulínica. Al comparar las fotografías tricoscópicas iniciales y de seguimiento de las regiones frontal y vértex, tomadas 6 meses después de la aplicación de toxina botulínica utilizando Fotofinder Trichoscale®, no se observaron cambios significativos en la densidad de cabello ni en la relación de vellos/terminales en ninguno de los grupos A o B (p>0.05). Sin embargo, se detectó una reducción significativa en el grosor del cabello en la región frontal en ambos grupos. Además, el conteo de pelos terminales en la región frontal disminuyó significativamente en el Grupo A (p=0.035), mientras que la reducción en el Grupo B no fue estadísticamente significativa. En la región occipital, ninguno de los parámetros evaluados mostró cambios significativos (p>0.05). Asimismo, no se encontraron diferencias significativas entre ambas modalidades de tratamiento 6 meses después de la aplicación (p>0.05).

Conclusión

En este estudio no encontramos resultados que respalden el uso de toxina botulínica en el tratamiento de la AGA.

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