Introducción y objetivos
Con objeto de hacer frente a la rápida propagación de la pandemia por coronavirus SARS-CoV-2, España decretó el confinamiento domiciliario de la población el 15 de marzo de 2020. El objetivo principal de este estudio es evaluar la repercusión de dicha medida sobre el control glucémico en niños y adolescentes con diabetes mellitus tipo 1 (DM1).
Pacientes y métodos
Estudio observacional, retrospectivo, en niños y adolescentes con DM1 usuarios de sistemas de monitorización de glucosa intersticial. Se recogió la siguiente información correspondiente a las 2 últimas semanas de cuarentena, previas al inicio del desconfinamiento, para su posterior comparación con los datos de 2 semanas previas al confinamiento: necesidades diarias de insulina, glucosa intersticial media, HbA1c estimada, coeficiente de variación, tiempo en rango (70-180mg/dl), hipoglucemia (<70 y <54mg/dl) e hiperglucemia (>180 y>250mg/dl), uso del sensor y número de glucemias capilares. Mediante encuesta se obtuvo información acerca de rutinas de ingesta, ejercicio físico, necesidad de ajustes en la terapia, complicaciones agudas surgidas y acompañamiento de los pacientes por sus cuidadores durante el confinamiento.
Resultados
Se incluyeron 80 pacientes (edad media 12,61±3,32 años, tiempo medio de evolución de la enfermedad 5,85±3,92 años), 66,2% tratados con bomba de insulina, usuarios de los siguientes sistemas de monitorización: GuardianTM 3 (65%), FreeStyle LibreTM (18,8%) y Dexcom G6TM (16,2%). El tiempo en rango en la cohorte se incrementó de forma significativa durante el confinamiento (72,1±10,5 vs. 74,8±10,5%; p=0,011) a expensas de una disminución del tiempo en hipoglucemia tanto<70mg/dl (4,6±3,2 vs. 3,2±2,7%; p<0,001) como<54mg/dl (1,2±1,6 vs. 0,7±1,2%; p<0,001) y de hiperglucemia>250mg/dl (4,6±3,9 vs. 3,7±3,7%; p=0,038), reduciéndose también el coeficiente de variación (35,8±6,3 vs. 33,1±6,1%; p<0,001). Los pacientes tratados con múltiples dosis de insulina y con peor control glucémico basal fueron los que experimentaron mayor mejoría. Las necesidades diarias de insulina permanecieron estables. La práctica regular de ejercicio físico y el confinamiento parental no tuvieron una repercusión significativa.
Conclusiones
El confinamiento se asoció a una mejoría del control glucémico en niños y adolescentes con DM1, especialmente en aquellos con peor control basal.