Las displasias pilosas constituyen alteraciones en la estructura del tallo que pueden estar provocadas por factores ambientales o por mutaciones genéticas. En esta revisión se presentan las displasias pilosas sin o con escasa fragilidad capilar. Es importante realizar una exhaustiva anamnesis y una exploración del cabello dirigida a detectar cambios en la textura, la densidad, la calidad y la presencia de fragilidad en el cabello. La tricoscopia es una herramienta útil y no invasiva, que permite hacer una aproximación diagnóstica en la mayoría de los casos. Actualmente no existe un tratamiento específico para el manejo de las displasias pilosas, se recomiendan cuidados generales para prevenir el daño del cabello como el cepillado excesivo, los productos químicos, los peinados con tensión y la exposición excesiva al calor. Algunas displasias pilosas mejoran con el inicio de la pubertad, y en otros casos, tratamientos como el minoxidil tópico pueden resultar de utilidad.