Carillas digitalmente guiadas. Selección de un caso

 Aunque la mayoría de las personas tienen la creencia errónea de que las carillas estéticas son un tratamiento novedoso y actual, en realidad éstas fueron inventadas por el Dr. Charles Pincus en los años 20, coincidiendo el auge de la odontología en Estados Unidos con el paso del cine mudo al sonoro. A partir de ese momento las carillas han ido evolucionando, sobre todo en cuanto a materiales y adhesión. Actualmente damos un salto más en esta evolución y añadimos la tecnología para convertir este tratamiento tan conocido en uno mucho más predecible y estable en el tiempo.Autores: Dr. Ricardo Recena, Dra. Patricia Elías Ortiz, Dra. Marta Arjona Vázquez y Dr. Carlos Eduardo Toro Chacón. IntroducciónLos procesos y protocolos en la odontología han pasado por grandes cambios en los últimos tiempos. Bien sea en el laboratorio o en la clínica dental, la principal preocupación es conseguir flujos de trabajo más predecibles pero que a la vez sean sencillos para poder ser reproducidos por la gran mayoría de los profesionales; haciendo que procedimientos complejos puedan apoyarse en la tecnología para ganar sencillez y calidad en la finalización.La evolución de la tecnología y la incorporación de dispositivos que facilitan la captación de datos en la clínica dental han hecho posible al paciente acceder de manera más fácil a tratamientos que antes se veían muy complejos.Asimismo, la tecnología ha mejorado la capacidad de los profesionales y también ha hecho posible que el paciente entienda el procedimiento con mayor claridad, siendo partícipe de todas las decisiones del tratamiento desde un principio, lo que muchas veces se traduce en una mayor responsabilidad del profesional para poder cumplir con las expectativas y los resultados prometidos.En cuanto a la estética sabemos que no es fácil, ni desde el punto de vista del laboratorio ni desde el clínico.Seguir una propuesta previa de tratamiento desde un mockup y garantizar que la finalización sea tal cual lo prometido, depende de muchos factores; desde el material que seleccionamos, la técnica de finalización y también la buena y correcta preparación por parte del clínico.En cuanto a eso, sabemos también que el éxito de las restauraciones entre otras cosas está muy vinculado a la cantidad de preparación (2, 3, 4), procedimiento que no es fácil controlar si no hacemos uso de la tecnología.Diferentes técnicas de preparación y control de espesores siempre se han discutido, desde el uso de guías de silicona hasta el uso de fresas calibradas sobre el mockup (5, 6).Actualmente es posible planificar de manera digital y analizar previamente al acto de preparación, toda la cantidad de diente que debe ser removida para conseguir llegar al resultado prometido. El uso de guías de preparación con turbinas especialmente desarrolladas para ello hará posible que lo que se ha planificado en la pantalla, se lleve a cabo en la clínica de una forma fiel.De esta manera, los resultados estéticos se harán personalizados, decidiendo para cada caso lo mejor en función de cada situación y sus características biológicas, respetando al máximo los tejidos, ventaja que con las técnicas convencionales no era posible realizar.Aun así, todavía estas técnicas pueden al principio parecer lejanas o condicionadas a unas características concretas de los casos. Dificultades en el control de las preparaciones interproximales o subgingivales pueden hacer pensar que no sea una técnica válida cuando tengamos algún caso que requiera estas características.Por ese motivo, en este artículo, presentamos un caso que reúne estas dificultades añadidas pero que aún así se beneficia del uso de esta tecnología para su ejecución.Presentación del caso clínicoA continuación, presentamos el caso clínico de una paciente con unos dientes mal posicionados y con una coloración acentuada sobre todo a nivel de los centrales que además presentaban extensas restauraciones antiguas de composite en interproximal cerrando diastemas que originalmente presentaba la paciente. Estos dientes necesitarán tener una preparación un poco más subgingival y también removido previamente todo el composite antiguo con el objetivo de camuflar este cambio de color y evitar zonas visiblemente no estéticas.Además, lo combinaremos con unas carillas inyectadas inferiores también planificadas digitalmente y sin tallado, para crear una armonía y equilibrio con la parte superior.En estos casos donde tenemos que camuflar sustratos oscuros o los dientes tienen una malposición severa haremos una preparación previa de los márgenes y zonas especialmente retentivas para mejorar la inserción de nuestras carillas.Por tanto, podemos beneficiarnos de las ventajas de la planificación digital, en cualquier caso, siendo necesario en los casos más complejos una preparación previa.Como podemos observar la paciente tenía un sustrato muy desfavorable, con un color aproximado de A3,5 Vita. Para la arcada inferior se optó por unas carillas inyectadas, completamente respetuosas con los tejidos, que nos permiten mejorar la apariencia de los dientes y dar así una mayor armonía con la parte superior. Al ser también planificadas digitalmente aseguramos que lo que colocamos en boca sea una fiel reproducción del diseño previamente aceptado por el paciente y el profesional.En la arcada superior por el contrario se decidió poner unas carillas de disilicato para poder cubrir las expectativas de la paciente y ajustar el color al que ella deseaba, bajando casi en 5 tonos el color final.Se planificaron preparaciones digitales conservadoras.La tecnología digital permite lograr el equilibrio de espesores ideal para cada caso, así como un eje de inserción adecuado. Todo esto permite dar una garantía de longevidad a las restauraciones planificadas.En este caso se realizó una preparación previa a la preparación guiada en los márgenes y zonas interproximales, para camuflar el sustrato y dar una correcta inserción; y posteriormente se utilizaron unas guías de tallado diseñadas digitalmente para obtener los resultados precisos y predecibles que requería el caso.La preparación previa junto a la preparación guiada, resultaron en un equilibrio ideal para los espesores mínimos que requería el caso.Se realizó una prueba en seco para valorar el ajuste final de las restauraciones.Consiguiendo así una perfecta adaptación de los márgenes de las restauraciones y la sensación de naturalidad e integración que se observa en la imagen final.Para cementar las carillas y evitar movimientos no controlados y una incorrecta cementación, utilizaremos una guía de posicionamiento simultáneo, esta guía no es de cementación en bloque ya que las carillas están perfectamente individualizadas. Únicamente sirven para llevar a la boca del paciente las carillas y cementarlas de una forma 100% segura, evitando el estrés que genera un posible movimiento durante la cementación y acelerando los tiempos de trabajo. Como se puede observar en la imagen comparativa, la planificación se reproduce de una forma fiel a lo que se había planificado y aceptado por la paciente. Por tanto, no es una técnica susceptible al operador, que se realiza controlando mucho mejor los tiempos y los resultados obtenidos. […]Descargar artículo completo También puede consultar el número 71 de DM El Dentista Moderno

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