
Estamos en una etapa de gran avance en el tratamiento de la artritis psoriásica, marcada por un enfoque más preciso y personalizado. Se cuenta con terapias innovadoras que actúan sobre vías inflamatorias específicas, lo que permite abordar la enfermedad con mayor eficacia y seguridad. Si bien, sigue existiendo la necesidad de aumentar la detección temprana, garantizar el acceso a los tratamientos más novedosos y promover la educación de los pacientes sobre la naturaleza crónica de la enfermedad y la importancia del tratamiento continuo.