La escabiosis afecta a más de 200 millones de personas en el mundo, y ocasiona un importante impacto socioeconómico. El mecanismo de contagio es por contacto directo prolongado. El contagio por fómites es infrecuente, aunque puede ser importante en la sarna noruega. La terapia con permetrina tópica al 5% es recomendada como tratamiento de primera línea. Puede indicarse durante el embarazo y la lactancia, y parece ser segura en niños <2 meses. Sin embargo, últimamente se ha reportado una disminución de la efectividad de este fármaco. Otra alternativa en primera línea terapéutica es la ivermectina oral. Se puede administrar durante la lactancia, y estudios recientes sugieren que es segura en niños y lactantes pequeños. Diversas revisiones sistemáticas y metaanálisis han concluido que la ivermectina oral es tan efectiva y segura como la permetrina tópica. La administración terapéutica «en masa» de ivermectina oral es una excelente opción para el manejo de escabiosis en comunidades con alta prevalencia o de brotes en instituciones.