La medicina basada en la evidencia se basa en cinco pasos estructurados (pregunta, búsqueda, lectura crítica, aplicabilidad y adecuación). Todos son importantes, pero el eje central es la lectura crítica, que realizamos en tres etapas: analizar la validez o rigor científico (tanto la validez interna como externa), la relevancia o importancia clínica (en las dimensiones cuantitativa, cualitativa, comparativa y de relación beneficios-riesgos-costes) y la aplicabilidad (en la práctica clínica habitual). Entre las herramientas útiles para la lectura crítica podemos destacar los recursos y plantillas de CASPe y Osteba, así como la calculadora epidemiológica Calcupedev elaborada desde el Comité de Pediatría Basada en la Evidencia.
En este primer artículo nos hemos adentrado en el necesario camino de la valoración crítica de estudios sobre factores pronósticos y de riesgo, a través del análisis de estudios observacionales (cohortes y caso-control).
