El asma grave constituye un síndrome heterogéneo con diversas variantes clínicas, y representa en muchas ocasiones una enfermedad compleja con necesidad de un abordaje especializado y multidisciplinar, así como la utilización de múltiples fármacos. La prevalencia del asma grave varía de un país a otro, y se estima que el 50% de estos pacientes graves tienen un mal control de su enfermedad. Para el mejor manejo del paciente es necesario un correcto diagnóstico, un seguimiento adecuado y sin duda ofrecerle el mejor tratamiento disponible, incluyendo los tratamientos biológicos con anticuerpos monoclonales. Con este afán nació este proceso de consenso que se inició en su primera versión en el año 2018, cuya finalidad última es ofrecer al paciente el mejor manejo posible de su enfermedad para así minimizar su sintomatología. Para esta actualización del consenso 2020, se realizó por parte de los autores una revisión de la literatura. Posteriormente a través de un proceso interactivo tipo Delphi a 2 rondas un panel amplio de expertos en asma de SEPAR y las sociedades autonómicas de neumología propusieron las recomendaciones y las conclusiones que se recogen en el documento.